Me muero por decirte...
domingo, 4 de noviembre de 2012
martes, 21 de agosto de 2012
8 Mitos (y Mentiras) sobre Inmigración y Sanidad
Por expreso deseo del autor para que esta información tenga gran difusión, transcribo el siguiente post de Guillermo Algar, de Médicos del Mundo:
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El Congreso de los Diputados aprobó el pasado 17 de mayo con los únicos votos del Partido Popular y de UPN la convalidación del Real Decreto Ley 16/2012, de 20 de abril llamado de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones.
Entre las muchas y controvertidas medidas que incluía la reforma hay una que ha concitado un rechazo generalizado, la exclusión de las personas inmigrantes en situación administrativa irregular de la atención sanitaria (excepto urgencias y atención a mujeres embarazadas y menores de 18 años).
Colectivos médicos, ONG y Comunidades Autónomas rechazan una reforma vía decreto, la consideran injusta, aseguran que no va a suponer un ahorro de costes al incrementar el uso de los servicios de urgencias y es contraria a una política de salud pública.
Para justificar la exclusión de un colectivo altamente vulnerable se han difundido durante años mitos y falsas leyendas en torno a la población inmigrante y el sistema sanitario.
Aquí van alguna de estos lugares comunes (y erróneos):
Las personas inmigrantes colapsan los servicios de atención primaria.
Es falso que las personas inmigrantes saturen el sistema sanitario público; de hecho usan menos el sistema de atención primaria que la población autóctona. Así lo demuestran varios informes como el realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) en 2008. El informe mostraba que las personas inmigrantes, representando más del 10% de la población residente en España, pero sólo suponían el 5% de los pacientes de atención primaria, muy lejos de su presencia en la sociedad. Sobre el uso de los servicios de Atención Primaria por parte de inmigrantes en España, el 57,7% de la población española había acudido al menos una vez en el periodo de un año frente al 12,7% de la población inmigrante. Uno de los estudios más exhaustivos fue el elaborado por médicos de Atención Primaria de Zaragoza. En él se analizaron más de 5 millones de visitas de una población de 473.523 personas (el 11,17% inmigrantes). Según este análisis, los inmigrantes adultos fueron 4,2 veces a la consulta médica por las 6,7 de los españoles.
Los inmigrantes = turistas sanitarios.
Las personas inmigrantes no vienen a España para servirse de los sistemas de cobertura socio-sanitaria y mucho menos son turistas. Según una encuesta elaborada por Médicos del Mundo entre inmigrantes sin permiso de residencia en 2009, sólo el 4% de las personas encuestadas citó razones de salud cuando se les preguntó por los motivos que les habían llevado a emigrar a nuestro país. En todo caso, el debate sobre la existencia del “turismo sanitario” está referido a otro perfil de población extranjera procedente de la propia Unión Europea. La vinculación entre ambas circunstancias no es equiparable, tampoco en términos de renta (normalmente altas en aquellos que provienen en su mayoría de Europa y usuarios del llamado “turismo sanitario” y habitualmente bajas en el caso de los inmigrantes).
El sistema sanitario se financia con las cuotas de la Seguridad Social.
Esta reforma ha vuelto poner de manifiesto la confusión y desconocimiento entre políticos, medios de comunicación y ciudadanía de la forma en la que se financia el sistema nacional. El Barómetro Sanitario de 2009, un estudio de opinión que realiza cada año el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 46,2% de los de las personas que respondieron a esta pregunta creían que la sanidad pública en España se financiaba con las cuotas a la Seguridad Social que satisfacen las personas que trabajan. Tan sólo el 27,2% manifestaron que se financia mediante los impuestos que pagan toda que paga toda la ciudadanía. Un 15,8% contestaron que se financiaba por ambas vías, por los impuestos y por las cuotas a la Seguridad Social y el 10,3% no sabía cómo se hacía.
Desde el 1 de enero de 1999, el Estado asumió totalmente la financiación de la asistencia sanitaria, suprimiéndose la aportación de cotizaciones sociales y produciéndose la “desvinculación total de la Sanidad y la Seguridad Social”.
Es, a partir de dicha fecha que culmina la separación entre atención sanitaria y Seguridad Social, cesando el aporte de cuotas directas desde ésta y pasando a financiarse aquella íntegramente con impuestos generales que salen del bolsillo de toda de la ciudadanía en las más variadas e indistintas formas impositivas con que el Estado se nutre de los fondos precisos para atender todos los servicios que ha de prestar (IVA, IRPF, Impuestos Especiales, etc.).
Las personas inmigrantes irregulares no contribuyen al sostenimiento de la Sanidad.
Relacionado con el punto anterior, es obvio que las personas inmigrantes (también las que no tienen permiso de residencia) contribuyen a la financiación del sistema sanitario. Excepto en el caso del IRPF (impuesto que no pueden pagar porque carecen de permiso de trabajo) las personas inmigrantes pagan todos los impuestos que gravan la compra de bienes o los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina.
Deben pagar por la atención a través de la vía de los convenios-seguros. El Gobierno central planea crear, bajo el nombre de convenios especiales para que puedan volver a ser atendidas en el sistema público. El método elegido es que puedan suscribir algo parecido a pólizas con pagos que se asemejan a los de los seguros sanitarios privados. La orden que se han transmitido a las comunidades autónomas es que las personas menores de 65 pagarían 710,4 euros al año —59,20 mensuales— y de 65 años en adelante, el coste ascendería a 1.864,80 euros anuales (155,40 al mes). Distinguir entre grupos de edad y adjudicándoles el supuesto precio medio de atención sanitaria sigue una lógica de aseguramiento privado que reparte el riesgo dentro de un grupo particular de la población, sin considerar la solidaridad intergeneracional. Además, como hemos explicado, es injusto sugerir que las personas en situación administrativa irregular no contribuyen ya que están pagando los impuestos indirectos. Con estas pólizas, las personas sin permiso de residencia estarían pagando por la atención por dos vías, pagar dos veces.
La exclusión se hace para “converger” con Europa.
No es cierto que, como argumenta el Ministerio de Sanidad, la exclusión de las personas inmigrantes en situación administrativa irregular en España nos acerque al contexto europeo. Con el decreto España se sitúa al nivel de Eslovenia, Chipre y Polonia, países donde las personas extranjeras no regularizadas, salvo menores, sólo pueden ser atendidas en las urgencias. Con esta reforma, España pasa de estar en la vanguardia entre los países europeos que garantizaba la universalidad en la atención sanitaria a la cola en la Unión Europea. En países de nuestro entorno como Francia, Bélgica, Italia y Portugal las personas extranjeras sin permiso de residencia tienen derecho a cobertura sanitaria.
El tratamiento sanitario puede recaer en las ONG.
Los responsables del Ministerio de Sanidad han manifestado que está previsto firmar convenios con organizaciones que atienden a inmigrantes de manera irregular para que también se les pueda atender en atención primaria. Sin embargo, las ONG no deben ni van a sustituir al Estado. Médicos del Mundo atendió a más de 19.000 personas inmigrantes el año pasado pero ni propia Organización ni otras ONG pueden hacerse cargo de analíticas, especialistas, pruebas, derivaciones y prescripción de medicamentos que proporciona el sistema sanitario público y, mucho menos, sustituir y suplir las obligaciones y deberes del Estado. La respuesta para la atención de los inmigrantes en situación irregular no es la beneficencia o la generación de estructuras paralelas. Un sistema paralelo o un acceso a través de una “puerta trasera” conculcarían el derecho a la salud reconocido en nuestra carta magna además de no ser viable técnica ni sanitariamente.
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El Congreso de los Diputados aprobó el pasado 17 de mayo con los únicos votos del Partido Popular y de UPN la convalidación del Real Decreto Ley 16/2012, de 20 de abril llamado de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones.
Entre las muchas y controvertidas medidas que incluía la reforma hay una que ha concitado un rechazo generalizado, la exclusión de las personas inmigrantes en situación administrativa irregular de la atención sanitaria (excepto urgencias y atención a mujeres embarazadas y menores de 18 años).
Colectivos médicos, ONG y Comunidades Autónomas rechazan una reforma vía decreto, la consideran injusta, aseguran que no va a suponer un ahorro de costes al incrementar el uso de los servicios de urgencias y es contraria a una política de salud pública.
Para justificar la exclusión de un colectivo altamente vulnerable se han difundido durante años mitos y falsas leyendas en torno a la población inmigrante y el sistema sanitario.
Aquí van alguna de estos lugares comunes (y erróneos):
Las personas inmigrantes colapsan los servicios de atención primaria.
Es falso que las personas inmigrantes saturen el sistema sanitario público; de hecho usan menos el sistema de atención primaria que la población autóctona. Así lo demuestran varios informes como el realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) en 2008. El informe mostraba que las personas inmigrantes, representando más del 10% de la población residente en España, pero sólo suponían el 5% de los pacientes de atención primaria, muy lejos de su presencia en la sociedad. Sobre el uso de los servicios de Atención Primaria por parte de inmigrantes en España, el 57,7% de la población española había acudido al menos una vez en el periodo de un año frente al 12,7% de la población inmigrante. Uno de los estudios más exhaustivos fue el elaborado por médicos de Atención Primaria de Zaragoza. En él se analizaron más de 5 millones de visitas de una población de 473.523 personas (el 11,17% inmigrantes). Según este análisis, los inmigrantes adultos fueron 4,2 veces a la consulta médica por las 6,7 de los españoles.
Los inmigrantes = turistas sanitarios.
Las personas inmigrantes no vienen a España para servirse de los sistemas de cobertura socio-sanitaria y mucho menos son turistas. Según una encuesta elaborada por Médicos del Mundo entre inmigrantes sin permiso de residencia en 2009, sólo el 4% de las personas encuestadas citó razones de salud cuando se les preguntó por los motivos que les habían llevado a emigrar a nuestro país. En todo caso, el debate sobre la existencia del “turismo sanitario” está referido a otro perfil de población extranjera procedente de la propia Unión Europea. La vinculación entre ambas circunstancias no es equiparable, tampoco en términos de renta (normalmente altas en aquellos que provienen en su mayoría de Europa y usuarios del llamado “turismo sanitario” y habitualmente bajas en el caso de los inmigrantes).
El sistema sanitario se financia con las cuotas de la Seguridad Social.
Esta reforma ha vuelto poner de manifiesto la confusión y desconocimiento entre políticos, medios de comunicación y ciudadanía de la forma en la que se financia el sistema nacional. El Barómetro Sanitario de 2009, un estudio de opinión que realiza cada año el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 46,2% de los de las personas que respondieron a esta pregunta creían que la sanidad pública en España se financiaba con las cuotas a la Seguridad Social que satisfacen las personas que trabajan. Tan sólo el 27,2% manifestaron que se financia mediante los impuestos que pagan toda que paga toda la ciudadanía. Un 15,8% contestaron que se financiaba por ambas vías, por los impuestos y por las cuotas a la Seguridad Social y el 10,3% no sabía cómo se hacía.
Desde el 1 de enero de 1999, el Estado asumió totalmente la financiación de la asistencia sanitaria, suprimiéndose la aportación de cotizaciones sociales y produciéndose la “desvinculación total de la Sanidad y la Seguridad Social”.
Es, a partir de dicha fecha que culmina la separación entre atención sanitaria y Seguridad Social, cesando el aporte de cuotas directas desde ésta y pasando a financiarse aquella íntegramente con impuestos generales que salen del bolsillo de toda de la ciudadanía en las más variadas e indistintas formas impositivas con que el Estado se nutre de los fondos precisos para atender todos los servicios que ha de prestar (IVA, IRPF, Impuestos Especiales, etc.).
Las personas inmigrantes irregulares no contribuyen al sostenimiento de la Sanidad.
Relacionado con el punto anterior, es obvio que las personas inmigrantes (también las que no tienen permiso de residencia) contribuyen a la financiación del sistema sanitario. Excepto en el caso del IRPF (impuesto que no pueden pagar porque carecen de permiso de trabajo) las personas inmigrantes pagan todos los impuestos que gravan la compra de bienes o los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina.
Deben pagar por la atención a través de la vía de los convenios-seguros. El Gobierno central planea crear, bajo el nombre de convenios especiales para que puedan volver a ser atendidas en el sistema público. El método elegido es que puedan suscribir algo parecido a pólizas con pagos que se asemejan a los de los seguros sanitarios privados. La orden que se han transmitido a las comunidades autónomas es que las personas menores de 65 pagarían 710,4 euros al año —59,20 mensuales— y de 65 años en adelante, el coste ascendería a 1.864,80 euros anuales (155,40 al mes). Distinguir entre grupos de edad y adjudicándoles el supuesto precio medio de atención sanitaria sigue una lógica de aseguramiento privado que reparte el riesgo dentro de un grupo particular de la población, sin considerar la solidaridad intergeneracional. Además, como hemos explicado, es injusto sugerir que las personas en situación administrativa irregular no contribuyen ya que están pagando los impuestos indirectos. Con estas pólizas, las personas sin permiso de residencia estarían pagando por la atención por dos vías, pagar dos veces.
La exclusión se hace para “converger” con Europa.
No es cierto que, como argumenta el Ministerio de Sanidad, la exclusión de las personas inmigrantes en situación administrativa irregular en España nos acerque al contexto europeo. Con el decreto España se sitúa al nivel de Eslovenia, Chipre y Polonia, países donde las personas extranjeras no regularizadas, salvo menores, sólo pueden ser atendidas en las urgencias. Con esta reforma, España pasa de estar en la vanguardia entre los países europeos que garantizaba la universalidad en la atención sanitaria a la cola en la Unión Europea. En países de nuestro entorno como Francia, Bélgica, Italia y Portugal las personas extranjeras sin permiso de residencia tienen derecho a cobertura sanitaria.
El tratamiento sanitario puede recaer en las ONG.
Los responsables del Ministerio de Sanidad han manifestado que está previsto firmar convenios con organizaciones que atienden a inmigrantes de manera irregular para que también se les pueda atender en atención primaria. Sin embargo, las ONG no deben ni van a sustituir al Estado. Médicos del Mundo atendió a más de 19.000 personas inmigrantes el año pasado pero ni propia Organización ni otras ONG pueden hacerse cargo de analíticas, especialistas, pruebas, derivaciones y prescripción de medicamentos que proporciona el sistema sanitario público y, mucho menos, sustituir y suplir las obligaciones y deberes del Estado. La respuesta para la atención de los inmigrantes en situación irregular no es la beneficencia o la generación de estructuras paralelas. Un sistema paralelo o un acceso a través de una “puerta trasera” conculcarían el derecho a la salud reconocido en nuestra carta magna además de no ser viable técnica ni sanitariamente.
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miércoles, 16 de mayo de 2012
250.000 €
Un cuarto de millón. No hablo del último salario mensual de Rato. 250 mil euros es lo que cuesta la hamburguesa que se meterá en un bollo en el mes de octubre. Lo entenderéis mejor si os cuento que el ingrediente es carne fabricada en laboratorio a partir de células madre.
El doctor Mark Post, holandes de la Universidad de Eindhoven, tiene la intención de revolucionar una de las industrias más antiguas de la humanidad, aunque más que revolucionar podríamos decir que casi la destruiría si tiene éxito con los costes de producción.
A medida que crece la población mundial también lo hace la demanda de carne y el doctor Post espera satisfacer al menos una parte de esa demanda, fabricando la carne de modo que al menos el 50% de los nutrientes se conviertan en algo comestible, contra el 15 % que es el aprovechamiento actual de las plantas consumidas en el tercio de la superficie terrestre cuyos recursos se dedican a la ganadería.
Por ahora ese "algo" no es exactamente un entrecot. Son finas láminas de medio milímetro por 3 centímetros de longitud y bastan tres mil para fabricar la hamburguesa más cara de la historia!
Se extraen células madre del músculo del ganado y se multiplican antes de sembrarlas en placas de Petri. Allí se convierten en células musculares y se ejercitan con un equipo de gimnasia que consiste en piezas de Velcro a las que se anclan de forma espontánea, contrayéndose y relajándose. El tejido adiposo se cría aparte, y se junta antes de cocinar para que la carne salga jugosa.
En teoría una sola vaca podría producir una cantidad de hamburguesas para la que hoy en día harían falta un millón de animales sacrificados. Producir la carne en placas de Petri no es comercialmente viable, como ha quedado claro, pero esta eminencia tiene la intención de ir escalando el proceso, primero criando las células en pequeñas esferas flotantes en tanques y finalmente usando andamios fabricados con tubos de polímero biodegradable que aportarían nutrientes y oxigeno al interior, dándole una tercera dimensión para que se parezca mas a un filete que a un loncha de jamón york fina, muy fina.
Los nutrientes podrían proceder de cosechas convencionales aunque también quiere experimentar con algas, de más rápido crecimiento que las plantas vasculares y que también aportan aminoácidos, azucares y grasas.
A simple vista el primer análisis apunta a la liberación de terreno (bajará el precio de la vivienda!!) y sobre todo a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ya que el ganado es una fuente importante de metano, más potente que el dióxido de carbono.
Por otra lado no hará falta matar a una vaca para obtener células madre, por lo que los vegetarianos quizá se animen a introducir la carne en su dieta. No nos quedaríamos sin vacas por ser necesarias como materia prima, además su leche se sigue consumiendo hasta que pierda la batalla ante las leches vegetales. Pero harían falta muy poquitas ¿Qué hacemos con las vacas que nos sobran? ¿Se perderá también la ganadería en favor de las vacafactorías?
Ya me veo a nuestros ganaderos vistiendo batas de laboratorio.
martes, 28 de febrero de 2012
No con mi dinero!
Me han contado que antes en las empresas pagaban en metálico. El sobre de la nómina era eso, un sobre con dinero dentro. Te lo metías en el bolso o en la billetera y para casa, imagino que con un poco de miedo por llevar el salario del mes encima.
Los hijos que aún vivían en casa les entregaban el dinero habitualmente a la madre, que solía ser la administradora de la economía. Ella devolvía al hijo lo estipulado para sus gastos mensuales y repitiendo la misma operación con todos los salarios que entraban, repartía el resto entre las distintas partidas que había que cubrir. Solían ser luz y agua para las familias más modernas que ya no tenían pozo ni candiles, alimentación, los "muertos" (esto era imprescindible desde la llegada de cada recién nacido)... y devolver lo fiado durante el mes anterior en las tiendas. Esta partida tenía dos vertientes: los gastos de imperiosa necesidad que a veces no quedaba para pagar a tiempo, como la leche de vaca recién exprimida que se vendía por cuartillos, el pan y los garbanzos y los gastos de necesidades creadas, que ya llegaba el marketing a las casas, como la lavadora, el televisor o el traje de marinero para la comunión del niño.
Y si después de todo eso sobraba, o algún mes al año sobraba, entonces se metía en el banco, por no tenerlo debajo de un ladrillo, que al final dicen que se pudre si no lo aireas.
Toda esta introducción para contaros que voy a sacar mi dinero del banco.
Me pregunto cuántos de mis gastos puedo pagar por mi cuenta sin que el dinero pase por una entidad bancaria. Esto no es porque me guste complicarme la vida. Es porque una empresa, que (aún) recibe el fruto de mi trabajo con una regularidad pasmosa y que juega, invierte y se beneficia con él, no solo no me reparte sus beneficios sino que me lo pone muy difícil cuando más necesidad tengo. Y el resto del tiempo me cobra hasta por respirar, recaudando de por vida y muy duramente por haberme prestado para pagar una vivienda.
Sanguijuela, parásito, ... que vives de mi y ni siquiera me haces la pelota; que te has montado en un globo y planeas sobre los mortales mirando desde arriba. Farsante, que no te importa quien no te aporta. La hipoteca con tu pan te la comas, pero voy a sacar el resto cada mes y veremos los montoncitos que me salen. Si son habas contás y da para lo que da. Pero lo voy a tener yo; y lo voy a meter en sobres, como antaño. No gracias, no te molestes en hacer los pagos, que por eso también me cobras.
Empezaré por elegir empresas de servicios que no exijan domiciliación bancaria de recibos, que hasta para pagar la electricidad en el mercado regulado puedes hacerlo sin domiciliar. Esta parte es la que tengo que madurar, cómo realizar pagos sin perder demasiado tiempo y energía, y sobre todo evitando la intermediación de entidades financieras. Porque para Paypal se necesita una cuenta asociada; aunque los bancos abren un día por la tarde y se puede pagar en ventanilla, que es otra opción...
Cuando vaya a la compra semanal, iré con efectivo y con una asignación proporcional y equilibrada con el resto de montoncitos. Seguro que gastaré menos si llevo X encima, que si llevo 6000,... o Visa o Mastercard. Nada de caprichos, o los mínimos, que los excesos le van mal a mi salud y a mi linea. De paso me fijaré en los precios para memorizarlos y pondré el coco en marcha para calcular; seguro que mi edad cerebral también va a tener algo que agradecer.
Si tengo la suerte de que me sobre algo alguna vez ya veremos si te lo doy para que me lo guardes, porque, total, para lo que me vas a dar seguro que lo compenso con lo que voy a gastar de menos a partir de ahora.
En vez de dártelo, creo que voy a comprarme una hucha que acabo de ver en la tienda de publico.es. Es una hucha contable que reconoce las monedas al pasar por la ranura y te dice en todo momento lo que tienes. Se puede resetear y poner a cero si lo sacas todo, pero cuidado con robarle, esos tics compulsivos que a veces tenemos y que desequilibran la balanza. Al final no te saldrán las cuentas y volverá a ser lo más parecido a un banco.
lunes, 30 de enero de 2012
¿Quien cantaba esto?
¿Cuantas veces has escuchado una canción antigua y no te acuerdas del título? Llevabas años sin oirla, pero ha bastado escuchar el estribillo después de tanto tiempo para que recuerdes que te encantaba!
Si al menos supieras quien la tocaba buscarías su discografía en la red por si dabas con ella. Como además es probable que esté en inglés, y no es tu fuerte, no te sabes una frase entera de forma correcta para buscar los lyrics en google.
Se acabaron los problemas. Y por lo visto se acabaron hace tiempo, porque la aplicación que os traigo no es nueva, pero como la acabo de conocer os lo cuento aquí y ahora.
Se llama Shazam y la teneis gratuita en Market para Android, iPhone y Blackberry por lo menos. Encore es la versión premium con características adicionales.
El icono tiene este aspecto:
¿Como funciona?
Una vez que lo teneis descargado en vuestro terminal móvil, echarlo a andar es muy simple.
Al hacer click sobre el icono, se despliega el mismo a pantalla completa. En mi teléfono pone encima "Tocar para Shazamar". (Respetemos la licencia linguistica de esta conjugación del verbo, por cuestiones puramente estéticas)
Pues a Shazamar se ha dicho. Tocar la pantalla, acercar el movil a la canción que esté sonando en televisión, radio, banda sonora.., y en cuestión de segundos se os abre una pantalla con el título de la canción, el artista, y una fotografía de la portada del disco. A continuación más opciones para compartir, ver los videos que existen en youtube de la canción, discografía del grupo, etc. etc.
Tener en cuenta que aunque la base de datos en la que buscará la pieza parezca no tener límites, dificilmente reconocerá las actuaciones en directo.
A mi me ha parecido el descubrimiento en lo que va de año. Animaros a compartir si teneis descubrimientos interesantes.
domingo, 22 de enero de 2012
La tristesse durera toujours
Pinta tu paleta de azul y gris. Contempla un día de verano parisino con esos ojos que conocen la oscuridad de mi alma. Congela la brisa y los fríos del invierno y hazlos color sobre el país de tu nevado lienzo.
Las flores ardientes como lenguas de fuego y los remolinos de nubes violetas se reflejan en tus ojos azul China. Los tapices de colores cambiantes, el ámbar campo de trigos y los rostros surcados, los suavizas con tu amante mano de artista.
Retratos colgados en salones vacíos, cabeza sin marco sobre paredes sin nombre, con ojos que miran a un mundo que no olvidarán. Como a los harapientos extraños que conociste, y la espina plateada de la rosa maldita, que viven aplastados contra la nieve de tu lienzo.
Ahora entiendo lo que intentaste decirme y como sufriste por tu cordura. Tu querías hacerles libres y ellos no te escucharon, no supieron. Tampoco supieron amarte. En cambio, tu amor era verdadero. Por eso cuando bajo aquella noche estrellada viste que ya no quedaban esperanzas, tú te quitaste la vida, como a veces hacen los amantes.
Quizá este mundo nunca estuvo preparado para alguien tan bello como tú.
(Con el permiso de Don McLean por tan licenciosa interpretación de su obra)
martes, 6 de diciembre de 2011
Cuatro tipos de personas
Hay una expresión antigua que dice más o menos así:
Existen cuatro tipos de personas en nuestro mundo:
A las que les gustamos por motivos erróneos
Las que tienen motivos para que les caigamos bien
A las que no les gustamos por razones equivocadas
A las que no les caemos bien por motivos justificados
Y sólo deberíamos preocuparnos por el ultimo grupo.
Básicamente se resume en que prestar atención a la crítica constructiva nos convertirá en mejores personas, aunque cada categoría tiene su propio valor.
1. Personas a las que les gustamos por los motivos erróneos
Aquí nos podemos encontrar con muchos sub-grupos. Porque caemos bien a otras personas y no quieren estar fuera de onda. Por motivos superficiales como la riqueza, apariencia o status social. Por mala apreciación: aquellas que ven en nosotros cualidades que sólo están en su mente; algún día se decepcionarán al comprobar el fraude sobre el que erigieron su mito.
2. Personas que tienen motivos para que les caigamos bien
Esto es muy subjetivo. Lo más probable es que no sepamos reconocer los motivos por los que caemos bien a alguien (Quizá nos definamos como apasionados, cuando en realidad seamos unos bocazas abusivos; o unas hermanitas de la caridad cuando nuestra pretensión secreta sea poder pasar la factura en un futuro). Aunque no sea tan constructivo como el último grupo, sigue siendo un ejercicio beneficioso llegar a un nivel de autoestima suficiente como para reconocer en nosotros mismos las características por las que podamos gustar.
3. Personas a las que no les gustamos por razones erróneas
Obviamente no debemos andar preocupándonos por un grupo de personas que esgrimen motivos superficiales para no estar en nuestro club de fans: fealdad o belleza, torpeza o inteligencia, por nuestra orientación sexual o por que nos gustan los cómics. Si prestamos oídos acabaremos por perder el norte, reduciéndonos al mínimo denominador común.
4. Personas a las que no les caemos bien por motivos justificados
Aquí hemos llegado. Somos seres imperfectos y hay personas que nos huelen de lejos. Además saben describir nuestra actitud perversa de manera muy precisa. Estás son las personas que queremos tachar de nuestra lista para poder seguir siendo quienes somos, mientras nos dedicamos a aparentar otra cosa. Es propio de nuestro ego querer influir con nuestra opinión para generar cambios, aunque quizá nuestro punto de vista no sea siempre el único válido sobre todo si no atendemos a las necesidades y propósitos de los demás y miramos sólo a nuestro propio ombligo.
No podemos jactarnos de tener un buen juicio crítico sin haber aprendido a establecer una relación entre la manifestación de nuestras intenciones y las críticas que recibimos. Sin haber desarrollado los valores de la honestidad, sencillez, amistad y respeto que generan la crítica constructiva y la auto-evaluación.
Siempre que las críticas que recibamos no sean fruto de la oposición y el rechazo, o como motivo de estados de ánimo o intenciones contrapuestas, deberíamos tener la madurez de sacar lo mejor de aquellas que sean constructivas aunque hieran nuestro amor propio. Para ello deberíamos cuestionarnos, preguntar, escuchar y contrastar de forma objetiva las situaciones en las que nos arquean un ceja.
Aprendamos que la vida no es "o estás conmigo o contra mi" y valoremos el importante reto que nos plantean aquellas personas a las que no dominamos.
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