sábado, 1 de octubre de 2011

Caché en bucle

A este adagio le faltan escenas en matices de gris para esos recuerdos que nos dejan suspendidos en el limbo. Le falta inventar los finales, eligiendo con precisión el punto exacto donde enlazar la fantasía, de modo que la historia sea coherente.

Se inventarán una y otra vez, sintiendo con intensidad cada toma hasta su particular the end, retocando el guión continuamente sin importar los cambios de registro. Los créditos siempre serán los mismos.

Aunque nunca llega el final perfecto.

Quizá el objetivo secreto sea no llegar al final. ¿Tanta molestia para que todo acabe? No queda inspiración más allá del fin de aquel eterno principio.

A este adagio le faltan siluetas lentas y luz tamizada.

Vaya... ahora suena un allegro. No. Hoy no me apetece cambiar de ánimo.


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